Ad portas de elegir un nuevo gobierno y en medio de un movimiento mundial que se gesta alrededor de la innovación en políticas públicas, hemos querido compartir la síntesis de un ensayo elaborado por dos investigadores del CLAD; que puede aportar algunos elementos para todos aquellos ciudadanos interesados en las políticas públicas como herramienta de intervención y búsqueda de soluciones a problemas sociales.
En este trabajo se develan elementos sobre como retroalimentar e innovar las políticas públicas, a partir de la evaluación del diseño y no como usualmente se realiza a partir de procesos, resultados o impacto. para muchos especialistas en el tema, evaluar el diseño de una PP, aparentemente no parece una actividad importante, sin embargo, desechar esta etapa de la evaluación, hace menos sustantivos los procesos de análisis.
La evaluación del diseño de las políticas públicas conforman una base esencial para acometer otros procesos de evaluación (de gestión, organizacional, de desempeño, de seguimiento, o de resultados e impactos). De hecho, son las herramientas analíticas asociadas a la evaluación de resultados e impactos las que permiten contrastar las hipótesis propuestas desde el modelo integral de evaluación de diseño.
En este sentido los autores proponen un modelo de evaluación integral de diseño, que permita dar respuesta, desde la racionalidad y la coherencia, al modo en que se plantea conceptualmente una política pública, bien de forma explícita o implícita, respecto a los problemas sociales que debe afrontar.
La propuesta se dirige fundamentalmente a los decisores públicos, con el objeto de incidir en la cultura de sus modelos de gestión a través de la disposición de estrategias de intervención diseñadas de forma clara, manteniendo como referencia un conocimiento exigente, puntual y estructurado del contexto y la población objetivo.
La tradicional
concepción de la evaluación de políticas públicas la sitúa como una valoración
que debe ser aplicada a posteriori: un juicio a emitir una vez que se pueden
observar los resultados que se derivan de la intervención. Sin embargo, estas
concepciones no consideran que las políticas presentan múltiples factores
condicionantes que pueden y deben ser objeto de análisis en sentido amplio. Uno
de ellos es el modo en el que tales políticas están diseñadas, bien de forma
explícita o implícita, y el modo, por tanto, en el que se propone hacer frente
a los problemas del contexto.
En este sentido,
se plantea como un reto determinar una propuesta que clarifique un marco
analítico adecuado con el que dotar de racionalidad y coherencia el diseño de
las intervenciones públicas. La diversidad de modelos aplicables es un hecho,
si bien existen propuestas teóricas de especial interés tanto desde la
vertiente del diseño o planificación de políticas públicas como desde la
evaluación. La posibilidad de compatibilizar los nexos de unión presentes entre
ambas perspectivas, la del diseño o planificación de estrategias públicas de
intervención y la de la evaluación de dicho diseño, permite estructurar un
modelo integral para mejorar las capacidades de las políticas públicas desde la
lógica de la racionalidad y la coherencia.
La conjunción de la teoría
del problema, de la teoría de la implementación y de la teoría del programa
basada en la lógica relacional de factores de causalidad en el contexto, y de
fines-medios en la estrategia, ayuda a determinar algunas de las capacidades y
limitaciones de las políticas públicas para el logro de los objetivos. Se
presenta, por tanto, un modelo basado en un proceso pautado que exige, en
primer lugar, la estructuración clínica de los contextos sobre los que se
interviene bajo la detección racional del problema de base asociado a la
población objetivo; y en segundo lugar, estructurar las estrategias que, en la
praxis organizacional de las administraciones públicas, se suelen encontrar en
múltiples y dispersas normas e instrumentos de intervención. El modelo propone
que, para abordar la evaluación de diseño de las políticas públicas, a
diferencia de la planificación, contexto y estrategia deben analizarse, a
priori, de forma independiente y estructurada y luego, de forma conjunta y
vertebrada.
por: Carlos Bueno
Suárez y José Luis Osuna Llaneza
En este link se descarga el ensayo completo