Nuestra idea de reflexión de hoy, gira en
torno al tema del desempeño para solucionar nuestros problemas de país, en los
distintos sectores del país. Con las protestas y paros se han revivido discusiones y debates en la academia,
en corrillos políticos y hasta cafeterías de barrios; de temas ya olvidados,
como los subsidios para el agro, la protección de productos nacionales, la financiación
territorial de proyectos, la tasa de cambio, calidad educativa, la disminución en
la calidad de los servicios públicos, etc..
Lo curioso de la reflexión que proponemos es
que parece que la solución o los tratamientos dados, nos retrotraen en el
tiempo, o nos conducen a una recurrencia iterante. Sin duda estos elementos nos
avocan a los recuerdo de 1990 con el Gobierno de Cesar Gaviria y su recordado kínder
neoliberal, quienes argumentaban que el país tenía que modernizarse para
enfrentar una era de globalización. Quienes éramos adolecentes en esa época,
seguimos esperando con la misma expectativa ese país moderno, justo, productivo
y competitivo
Nuestra lectura 20 años después, es que en
el país seguimos buscando el desempeño en los sitios con menor esfuerzo y con
menor grado de conocimiento de nuestra realidad, que por cierto es muy diversa.
Metafóricamente hablando estamos tal cual, como se describe la parábola Sufí,
donde buscamos pero parece que las llaves del desempeño no las encontramos.
Hoy vivimos problemas de desabastecimiento
de agua potable como en los viejos tiempo del Insfopal; problemas de vivienda y
pero vanagloriando programas “agresivos” como el de las 100000 viviendas gratis,
al mejor estilo del instcredial; intentando re-centralizar la salud como al otrora
gran seguro social; intentando descentralizar el país con iniciativas de
oficinas de promoción en las regiones, como el esquema Corpes; Pequeños y
medianos productores del campo, quebrados y solicitando ayudas del estado, dada
la inflación tecnológica a la que no tienen accesos; Con monopolio de tierras y
pretendiendo crear reservas campesinas, como las antiguas unidades agrícolas campesinas
de producción; Reclamando vías para el transporte de la producción, y volviendo
a pensar en esquemas como el de Fondos de Financiación territorial.
Muchos recuerdos del pasado y semejanzas
con los días de hoy, se vienen a la memoria. Sin embargo, hoy, al igual que
ayer, seguimos buscando las llaves del desempeño donde nos es fácil y conocido.
El primer paso para buscar la solución a nuestro problemas, es mirar si
conocemos o existe una solución disponible en el mundo de un caso similar; si
no es así, buscamos a expertos consultores, que a lo largo de las décadas han
sido de diferentes estirpes; para solucionar problemas recurrentes en la
historia del país, que no hemos sido capaces de solucionar como nación. Esto nos
demuestra, que por tener más información
no siempre logramos tener acciones diferentes, de allí que exista una cierta
recurrencia a las mismas acciones de siempre.
A continuación solo a manera de ejemplo, haremos
una pequeña aplicatoria de lo dicho anteriormente, comparándo lo expresado por
ministros y expertos, a nuestros problemas de hoy día.
Para el tema de los subsidios al sector agrícola,
el ministro del ramo y algunos expertos, salieron a buscar por el mundo
soluciones de otros países a sus problemáticas, y nos dicen los siguiente: Países como Chile, México, Nueva Zelanda e
incluso Korea han logrado bajar el monto de dinero entregado y, en cambio, subir los
ingresos de producción en más de una década. El informe de la Ocde presentado
en 2012, compara el comportamiento de dos periodos de tiempo: 1995-97 y
2009-11. En ellos se ve una disminución sustancial de los subsidios para todo el
conjunto de países, aunque hay algunos en los que caen más y cuyos montos son
pequeños comparados con los de las grandes economías como la Unión Europea y
Estados Unidos. Sin embargo, lo que sí se nota es la transmisión de las ayudas
que todavía persisten. Esto quiere decir, que los montos destinados para
intervenir el precio de los productos en el mercado se han trasladado a otros
como el apoyo a los insumos y el incentivo de acuerdo a la producción.
En realidad, mientras al productor no se le
ayude vía precio base de producción, no sería posible de otra manera, por
cuanto la inversión en infraestructura y desarrollo tecnológico, es muy
rezagada, lo que mantiene al productor lejos de óptimo de mercado. Ante ello surge
la ministra de transporte y algunos expertos que nos dicen lo siguiente: la Solución
a los retrasos en infraestructura se subsanan licitando proyectos en fase III y
contando con una financiera territorial (distinta a fonade y findeter) que se
convierta en un banco mixto de inversión, con
régimen privado y personal técnico de alto nivel, que asesore a la ANI y a los
departamentos y municipios en la estructuración de buenos proyectos y otorgue
complementos crediticios para facilitar el financiamiento privado. La CAF ya
indicó su voluntad de participar como socio, la misma que participo en
la iniciativa siniestrada de los planes departamentales de agua.
Frente al problema de financiación y
disponibilidad para inversión, sale el Ministro de Hacienda y el experto
Echeverry, con que la solución está en volver al esquema de control de la tasa
de cambio del Dólar, como lo hace Perú, ya que ellos con ese esquema crecen al
6.5%. Y agregan: El mantra del Emisor es que el Gobierno debe ahorrar más,
hacer más infraestructura y promover más la competitividad. Las tres cosas son
ciertas. Pero el déficit del Estado pasó de 3,6 por ciento del PIB al final del
gobierno Uribe, cerca de 20 billones de pesos de faltante anual, a cero a fin
del 2012. Pedirle al Gobierno que en dos años ahorre más que eso, equivale a no
ver la viga en el ojo propio. Tendremos una economía con activos
sobrevaluados, con burbujas inmobiliarias, etc. Finalmente dice el ministro: Eso
se “PUEDE EVITAR SI ESTAMOS DISPUESTOS A APRENDER DE QUIENES LO HACEN MEJOR”.