martes, 15 de abril de 2014

La ley-la figuración-la limitación: el modelo de actuación en los asuntos públicos

El Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC), dio a conocer en Berlín, el informe del tercer grupo de trabajo del IPCC, centrado en la mitigación del cambio climático, un análisis de 235 expertos y unas 2.000. En este informe se advierte que sólo "un gran cambio institucional y tecnológico", regado con "inversiones sustanciales", puede contener la subida de las temperaturas por debajo de los dos grados, así mismo señala que el mundo ha tardado tanto en actuar contra el calentamiento global que tan sólo quedan 15 años para hacer ese esfuerzo intenso antes de que detener el cambio climático sea tremendamente costoso y sus consecuencias desastrosas.

Mas allá de entrar a reflexionar sobre los efectos en Colombia, queremos observar desde la política publica, como la gobernabilidad de nuestros problemas se ha gestado sobre el modelo: la ley-la figuración-la limitación.  
Las reacciones del Gobierno frente al informe del IPCC, no se han hecho esperar, aunque timoratas y poco claras, pero a la luz de los relectores allí han estado. En nuestro trabajo de seguimiento hemos podido categorizar las reacciones y actitudes, bajo tres categorías del referenciado modelo:

Una primera actitud-reacción es la de normatizaciòn, esta situación ocurre cuando un arreglo institucional evidencia desajustes, la reacción de los actores decisores, es la de crear nuevas reglas de juego para que de manera incremental se solvente el problema. Un ejemplo lo materializa la actual ministra de ambiente, quien advirtió que frente al tema del cambio climático, el país viene trabajando y ya tiene listo un proyecto de ley para tramitar en el congreso. Es decir, crear una nuevas reglas de juego para posteriormente crear limites en las relaciones entre actores, en materia de cambio climático.

Una segunda actitud-reacción, es la de figuración. Esta situación ocurre cuando en el seno de la mega organización del estado, subyacen agentes sectoriales con medidas o acciones parciales, no acopladas. Un ejemplo puntual de esto  lo representa la columna del viceministro de minas, en el diario el tiempo (domingo 13 de abril), quien presenta una diatriba que exhorta como gran solución para la sequía que viven los pueblos en Colombia (como Maicao) a explotar las aguas subterráneas a profundidades, con tecnologías para extraer petróleo.

Una tercera actitud-reacción, es la limitación. Esta situación ocurre cuando para ajustar el arreglo institucional se diseñan limites de actuación humana, en materia ambiental estas se configuran a través de normas de emisiones, entre otras. Un ejemplo de esta actitud, es la del vice de ambiente, que plantea la necesidad de reformar los limites de emisión de gases.

Esta modelación de actitudes, advierte de manera primaria, que el país no parece estar siguiendo el camino adecuado, mostrando que en materia de sostenibilidad para el cambio climático, requerimos de una agenda publica consistente, coherente, articulada y de continuidad. Algunas evidencias son:

Las actitudes identificadas no parecen estar conectadas con la recomendación del informe IPCC, en primera instancia este informe propone que se requiere un gran cambio institucional y en el país se propone una ley para el cambio climático, que a primera vista parece operar sobre el modelo del cesto de basura. En segunda instancia, el informe establece la necesidad de desarrollar un gran abanico de medidas tecnológicas, y en el país la investigación y desarrollo tecnológico está rezagada y las propuestas gubernamentales, en algunos casos, están dirigidas a la extracción poco sostenible. En tercera instancia, el informe incentiva a trabajar el cambio de conducta, área en el que el profesor Mockus dió cátedra al cansancio cuando fue al acalde; pero en el país la regla general es la de crear normas de limitación. Al respecto, se debe considerar que los limites, constituyen un caso típico de la falacia del falso dilema, según la cual se formulan las cosas de tal forma que pareciera que no existen más alternativas que las dicotómicas que se plantean.

Por lo anterior las actitudes – reacción del gobierno, están mas conectadas con el modelo típico colombiano: la ley-la figuración-la limitación, revisemos todos los problemas de asuntos públicos del país, y verán como este modelo ha hecho carrera.

Mas que criticar al gobierno de turno, lo que queremos significar es que el tema de la sostenibilidad requerida para el control del cambio climático, no es un tema de cuentos macondianos como muchos creen, que es cuestión de arbolitos o animalitos; es una cuestión de existencia, que requiere de nuestro mejor esfuerzo como especie, produciendo conocimiento científico e instaurando modelos de políticas publicas para administrar los bienes comunes.

¿Y eso como se logra?, el informe del IPCC no puede ser mas claro, y a nuestro gusto, por primera vez plantea la necesidad de involucrar los asuntos de gobierno como escenario propicio para dar paso a soluciones. Ahora, aparentemente es muy difícil en un país como Colombia, donde aun existen muchos saldos sociales por cerrar, sin embargo, involucrar la dimensión ambiental a las decisiones públicas, podría provocar efectos de innovación con soluciones más ajustadas a la realidad.


De una manera metafórica, el país en materia de sus asuntos públicos (en este caso cambio climático) necesita un modelo basado en dirigir al jinete, motivar al elefante y allanar el camino, para mayor información leer el libro titulado: cambia el chip de DAN HEATH