Este
escrito revierte especial interés para el proyecto de Inngobernando (búsqueda de
ideas innovadoras para mejorar el ejercicio de gobierno), en primera instancia porque
es el primer documento que compartimos al respecto. En segunda instancia porque
es un tema que recién inicia en Latinoamérica, existiendo preocupaciones muy
puntuales sobre cómo innovar los procesos de toma de decisión en el ejercicio
de gobierno, con especial énfasis con
las políticas públicas. Vale la pena decir que el CIDE de la UNAM de México
quien tal vez ha logrado desarrollar algunos elementos académicos al respecto,
en Colombia existen algunas referencias aunque poco conocidas al público en
general, como por ejemplo algunos pasos registrado en la Dirección de Políticas
Públicas del DNP o en el programa Congreso Visible de la Universidad de los
Andes.
Lo
interesante de esta idea, es como las redes sociales especializadas y operadas
bajo aplicaciones funcionales muy particulares, pueden convertirse en una
herramienta que aporten información, que permita visualizar posibles
focalizaciones de una política pública, así como generar procesos de control
social y fiscal en tiempo real. Esta primera idea surge de revisar la
experiencia de una aplicación creada para generar un campo de innovación social
en África, que ayude a mejorar la provisión del servicio de agua potables,
muchas comunidades sedientas y afectadas en su salud, por líquidos no aptos
para la salud.
La
aplicación se conoce como Magua (desarrollada James Feighery
y su esposa Annie) la cual proporciona pruebas de agua de bajo costo
para las personas en el mundo en desarrollo y luego estos datos son almacenados
en una gran nube de consulta, desde donde se podrán generar mapas de huellas de
contaminación del agua para consumo humano.
El gran objetivo es generar un entorno web para que se convierta
en una gigantesca base de datos global, donde las personas del mundo registren
sus casos y lo compartan con otros, facilitándose la operación de una gran red
de control social.
Este trabajo ha sido liderado por John Feighery, quien se interesó
en las pruebas de agua, mientras trabajaba para la NASA. Su interés se decantó
en producir Naves espaciales con sofisticados sistemas de condensación de agua
y de reciclaje de aguas
residuales. El trabajo de Feighery revertía una gran responsabilidad, porque
estos líquidos debían ser tomados y usados por los pilotos en sus travesías
espaciales.
Cuando se trata de pruebas de agua, en una estación espacial no es
tan diferente de, por ejemplo, zonas rurales de África. Ambos lugares carecen de equipos
costosos para el análisis y el almacenamiento de muestras. Así, Feighery en su interés por
resolver la escasez de agua ha querido transferir un poco del programa espacial,
al planeta Tierra, buscando un mayor cambio de conciencia en los ciudadanos.
La aplicación combina la circulación de información en la red, con
el descenso rápido en el costo de los
kits de prueba de agua. Las pruebas vienen en varias formas. La más básica es una bolsa para
recoger una muestra de agua. Se
le añade en un pequeño agente de cambio, y si cambia de amarillo a verde, indica
que la E. coli está presente y es probable que estén ante aguas contaminadas
con coliformes fecales. (Además
de ser barato en sí mismos - por debajo de $ Us 5 - las pruebas no requieren
análisis de laboratorio, o los procedimientos de transferencia elaborados).
La forma más avanzada de la prueba consiste en que la misma
muestra de agua que revela E.Coli, requiere de contar el numero de bacterias
presentes, es aquí donde entra en potencia la aplicación, ya que el usuario use
una pequeña placa donde aplica una cantidad de agua, al cabo de uno segundos la
placa revela un color determinado, a partir de allí se toma una foto desde su celular y la sube a la aplicación magua, y esta
se encarga de procesar la imagen y contar el número de bacterias presentes en
la muestra, a fin de determinar el grado de riesgos que existe en el consumo de
agua. La aplicación quiere ir más
allá y trabajando con la universidad de Columbia, esperando desarrollar
la aplicación para detección de metales pesados. Véase el siguiente vídeo:
Es importante considerar que Feighery y su equipo han trabajado
con la Universidad Hamburgo y han desarrollado las placas reveladoras para el
conteo de E.Coli. Estas placas son conocidas como “Compact Dry” y su costo no
supera dos dólares.
Con los datos que sube el usuario, La aplicación se encarga de convertirla
en información para decisiones gubernamentales, sociales y privadas, ya que registra la ubicación de las
pruebas, el resultado, y notas adicionales, lo que permite construir mapas con
huellas de contaminación o en fuentes de aguas habilitadas para el consumo
humano.
A nuestro juicio observamos a priori que Indudablemente este tipo
de iniciativas se transforman en una ayuda para:
·
Prevenir las enfermedades diarreicas", dice Feighery. "Es totalmente prevenible en la
mayoría de los casos, y siempre provocada por la mala calidad del agua y la
higiene." La Organización
Mundial de la Salud estima que la enfermedad mata a
760.000 niños menores de cinco años, y que hay 1,7 millones de casos en todo el
mundo. La mayoría se encuentran
en África subsahariana y el este de África, donde se concentra Magua.
·
Que los tomadores de decisión de políticas públicas, lo hagan de
manera informada.
Esta aplicación revolucionará el consumo de agua y permitirá a las
comunidades aumentar su conciencia en el control social que deben hacer sobre
sus proveedores de servicios, ya que en el mundo de hoy mucha gente cree y paga
por un servicio de agua potable y la realidad es otra.
Que útil seria esta aplicación para nuestros países de latino
América, y en Colombia aun mas donde de 1102 municipios 930 no tienen agua
potable, siendo una de las cusas los costos de operación y tratamiento de agua.
Finalmente "Es mejor
tener agua que no tener agua. Pero es aún mejor para tener agua potable."
Esta reseña se
elaboró a partir del trabajo presentado por Mark Wilson en www.Philantropher.com,
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