En los últimos años en Colombia, hemos hablado mucho de tener gobiernos que generen resultados, basados en mayor transparencia y aumento en el desempeño de la gestión pública. Es decir, entregar mas bienes y servicios y con mejores resultados.
¿ Será que lo hemos logrado?. Ni nosotros desde CEI, ni nadie en el país tiene la medida exacta de cuanto hemos logrado. existen algunos informes como el Prodev, que para algunos pueda resultar dudoso, donde evidencian avances en el nivel central, pero en los territorios el panorama cambia.
En cuanto a la transparencia, según una encuesta publicada el día de ayer por la alta consejería anticorrupción (llámese Carlos Galàn), la percepción de los funcionarios público, es que ha descendido el ambiente de caza de renta o de CVY. Será que esta es la misma percepción que tiene el ciudadano de a pie? Todos sabemos que las encuestas en un escenario donde la objetividad no es un don, no puede ser el mejor termómetro. ¿o será que se dió inicio a la campaña preparatoria para la re-elección?
Sobre el desempeño, no existe encuesta, y los mecanismos que hoy día se tienen, han demostrado no ser los mejores (consultese informe final comisión de expertos, para revisión al SICEP), nos referimos a la medición del desempeño integral a municipios y gobernaciones que hace el DNP.
Esta medición se dificulta, por cuanto no existe una cultura fuerte en el país, de seguimiento y evaluación a los planes de desarrollo, no nos gusta medirnos y cuando lo hacemos se hace de manera muy sesgada muestro lo que me conviene (¿usted ha visto o presenciado un mandatario reconociendo que incumplió algo de su plan de desarrollo?, son muy pocos.
en materia de seguimiento el nivel central parece ser quien mas avance tiente, por cuanto posee un esquema de seguimiento al PND, con mas de una década de funcionamiento. La nación define que tiene un sistema de seguimiento robusto, que incorpora una herramienta de administración llamada SISMEG y que ademas se encuentra online abierta al publico; lo cual es envidiable para muchos países de nuestra latitud. Pero esta robustez y transparencia parece languidecer cuando el usuario al observar los avances que se muestran en cada uno los pilares y metas del PND, no integra la ejecución financiera. Para hablar de rendimientos y de desempeño, en un ejercicio de seguimiento, es vital soportar el avance físico con la ejecución financiera. En términos sencillos, esto significa que el usuario, es decir el colombiano promedio, pueda saber cuanto se invirtió para lograr una tasa de cobertura en educación al 95% y que zonas del país están rezagadas. Lo anterior nos retrotrae a otro lunar del seguimiento, y es la limitación que existe para territorializar estos avances, que tanto se cacarean en los medios.
Consideramos que, en este tema no solo basta con decir que avanzamos en la tasa o en el indicador, si no que existan elementos combinados, que realmente evidencien los progresos. Hoy día se nos informa que avanzamos, pero no sabemos a que costos y con que resultados. Un mandatario puede alegar que entregó el bien o producto, a unos costos muy altos y a beneficiarios que no lo requerían. En este caso técnicamente el seguimiento muestra que cumplió la meta, pero no muestra la esencia de seguir y controlar las acciones publicas, que es medir la creación de valor publico.
Si esto pasa en el nivel nacional, en los gobiernos locales hay muchas dificultades, que no son del caso en el presente texto. Así las cosas, desempeño y transparencia serán elementos mediáticos pero aun exóticos en un armario de uniformes.
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