Mucho se habla y se ha escrito sobre la necesidad de una política ambiental transparente, moderna, sostenible y no sabemos cuanto adjetivos mas. La mas reciente perla, sucedió anoche en hora 20, donde nuestro presidente, el Doctor Santos, planteó que había que meterle la mano a las Corporaciones Autónomas Regionales. Tema que no es nuevo en el país.
Volvamos al planteamiento del presidente, consideramos desde esta tribuna de CEI, que el presidente no se equivoca, pero lo que es innegable es que si vamos a meter al país en este debate de reforma, se debe hacer en serio y de manera estructural. Afirmamos esto por que nos produce temor, que a los albores de una campaña electoral, se utilice esta reforma como cortina de humo para darle gusto a los congresistas, quienes en su mayoría reconocen a las corporaciones como un fortín político, que en los últimos tiempos les ha sido esquiva y ha mermado la presencia congresista, dado a que gobernadores y alcaldes han entendido que estos entes pueden fortalecer también sus sistemas de burocracia, haciendo valer su mayor injerencia territorial, frente al poder del legislador. en suma se ha gestado todo un choque de trenes de poderes locales.
Realmente las Coporaciones no son el centro del problema en el sector ambiental, es apenas un cuello de botella dentro del arreglo institucional (diseñado desde la constitución de 1991). Cuando se llama la atención sobre profundizar en la reforma, estamos planteando entre otras cosas que no se hagan cambios incrementales (por ejemplo acabar la ANLA y devolver esta función al Ministerio, o cambiar el estatuto de funciones de las CAR), sino que por el contrario se ajuste el arreglo institucional (para entender la diferencia entre ajuste y cambio, recomendamos leer el texto de Robert Goddin, la teoría del diseño institucional).
Una manera de iniciar este ajuste pasa por un elemento crucial en la política publica del país y es la de integrar o vincular desde el mismo procesos de agendación hasta la formulación y ejecución de la política publica; la variable ambiental. Esto no es nuevo ni estamos inventando la rueda (véase:) de lo que se trata es que la variable ambiental este presente, tanto en los procesos de toma de decisión como en la creación de valor publico.
Este sencillo inicio permitiría trabajar sobre las disfuncionalidades que evidencia el estado, a través de sus distintos entes u organizaciones. Para parroquializar lo anterior, esta integración permitiría por ejemplo que la ANI no siga planteándose políticas publicas de infraestructura, donde la variable ambiental es un tramite de licencia.
Ahora este planteamiento de inicio, no es sencillo por que hablamos de un estado sectorial, con intereses particulares, desacoplado en su articulación (por eso turismo toma decisiones y parques naturales no las conoce. Mincomercio desconoce que aprueba o no, la superintendencia - leáse caso sombreros vueltiaos- y así sucesivamente). También hay que reconocer que estamos en un estado, donde la variable ambiental no pesa en sus decisiones políticas, ni técnicas y a las sociedad no parece interesarle (cuantos en el análisis integral de un programa de gobierno recuerda que planteaba Santos, Nadie).
Creemos que un elemento que puede facilitar este proceso de inicio, es la Evaluación Ambiental Estratégica, que inicio hace unos años con fuerza en el país, sin embargo ha perdido fuerza por cuenta de pseudos técnicos, quienes consideran el instrumento o herramienta como un paso mas, de carácter complejizador que demora las tomas de decisión en necesidad de ejecuciones (no lo hemos podido constatar a escala uno a uno, pero eso es lo que hemos evidenciado por terceros, que manifiesta quien maneja los destinos de la subdirección ambiental del DNP, y que por esta razón la iniciativa del Ministerio de ambiente de formular y publicar una guía de EAE, no era legitima, ya que quien debe definir estas orientaciones es el DNP. - en síntesis, desde CEI, esos es típico del maniqueísmo que viven nuestras organizaciones publicas y mas en el de Planeación Nacional).
Si la EAE tuviese esa característica distorsionante, la OCDE con quién Colombia quiere hacerse miembro; tiene este instrumento como eje fundamental en los procesos de políticas publicas. dicho de esta manera habrá que crear una cruzada para que la OCDE presione al país, para que dentro el proceso de reforma no solo se centre en las CAR, sino que sea a profundidad ajustando el arreglo institucional y así se pueda reglamentar la inclusión de la variable ambiental en los asuntos públicos.
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