Nuestra reflexión de Hoy,
explora el técnico y a veces confuso panorama de crecimiento económico del país.
Cifra que recientemente publicó el DANE y que generó diversas opiniones. Más allá
de las cifras y de los modelos utilizados para su cálculo, en las regiones del país
ha quedado la sensación agridulce de tales cifras.
Para doña “Carmela” una humilde
“chef” de un pueblo ribereño del Magdalena, la cifra desplegada en todos los
medios de comunicación no le dice nada, y eso no parece reflejarse en su condición
vital de vida. Para ello argumenta que ha visto como en 30 años, en su pueblo
se agravan problemas como: abastecimiento de agua, falta de vías competitivas,
un sistema de salud (hace más de 4 meses su esposo espera una cita con el oftalmólogo
y no se la han dado) y de educación de poca calidad, un sistema agrarario, quebrado
y aún sin resolver problemas de tierras. Carmela no sabe sí 4, es mucho o
poquito, y se pregunta ¿pero si el país crece económicamente, esto porque no se
refleja en la población como ella? Yo no creo en esas noticias, pero es lo que
hablan en todo los noticieros, concluyó.
No es fácil para un ciudadano de a pie, que
los técnicos del DNP, del DANE, o de Minhacienda, le explique, cómo el 4% del crecimiento
de la economía Colombiana, no se refleje en su calidad de vida!. Estamos seguros
que la respuesta inmediata es que los alcaldes y gobernadores se han robado la
plata, pero el problema tiene tanto de ancho como de largo.
Con la esperanza de encontrar algún
artículo o reseña académica que permitiera explicarle a doña Carmela, su
inquietud, y que además le brindará otro ángulo del análisis de la cifra de
crecimiento, encontramos un artículo escrito por Salomon Kalmanovicz. Algunos amigos
de la robustez conceptual y de modelación podrían argumentar que el autor del artículo,
no es amigo del gobierno, y tiene ideologías poco liberales en materia económica.
Sin embargo, creemos que los espacios para la robustez fueron copados por todos
los medios de comunicación y en este queremos darle cabida a este articulo con
una visión distinta de la economía, y que con ello darle crédito académico a la
lapidiaria percepción de doña Carmela.
Escribe Kalmanovicz:
Un
periódico tituló que el dato fue mejor que el esperado, pero la caída
interanual fue demasiado pronunciada. Así lo entendió la junta del Banco de la
República que dio una señal de gran preocupación al recortar su tasa de interés
de referencia en 0,5%, cuando regularmente opera con tramos de 0,25%.
Hubo
un dato escabroso para febrero pasado, cuando la inflación disminuyó a 1,8%
anual, algo que no sucedía en 50 años. Para una economía emergente, es casi una
deflación de precios, un indicador de que la demanda efectiva está muy
debilitada. Esa fue la señal que preocupó tanto al banco central.
El
director de Planeación Nacional salió a decir que fue el tercer mejor resultado
de América Latina, pero nos comparamos bastante mal frente a Panamá, Perú y
Chile. El ministro de Hacienda dijo, para consolarnos aún más, que estábamos
mejor que Europa e incluso que Estados Unidos. Luego sacó un pronóstico de la
cartuchera y anunció que en 2013 creceríamos 4,8%. ¿De dónde y cómo? De la
locomotora minera no, pues los precios internacionales ya no son tan favorables.
¿De dónde entonces? Pues de la recuperación de la industria que decreció casi
un punto porcentual y de la agricultura que siguió creciendo de a poco en 2012,
pues se iba a ahorrar y el peso se iba a devaluar. Además, las obras civiles,
por fin, iban a arrancar, pues en 2012 tuvieron un comportamiento raquítico de
sólo 2,2%.
Las
obras civiles sí que siguen siendo un problema. Ya van tres ministros de obras,
dos de la entraña uribista, y el actual director de Invías ha sido contratista
del ente que ahora dirige con varias obras sin entregar a satisfacción. Lo
investiga la Procuraduría General de la Nación por conflicto de intereses. El
investigador no tiene autoridad moral alguna, pues empacó su institución de
clientes de los congresistas y magistrados que reeligieron su cabeza,
comprometiendo la idoneidad de los encargados de conducir procesos
disciplinarios. La revista Semana informaba que en cinco años el tramo de
Buenaventura a Buga, de sólo 118 kilómetros, no llevaba 20 kilómetros
terminados y las adiciones presupuestales triplican el valor original, algo que
encendió el Twitter del expresidente que más les regaló recursos públicos a sus
amigos en la historia de la corrupción en el país.
Pero
volvamos a los datos de las cuentas nacionales y citemos lo que dice el DANE:
“Los
grupos que disminuyeron los flujos de inversión fueron: vías férreas, pistas de
aterrizaje y sistemas de transporte masivo en -17,6%; las vías de agua,
puertos, represas y otras obras portuarias en -10,4%; otras obras de ingeniería
civil en -43,1%”. La minería pasó de crecer 14,4% en 2011 a 5,9% en 2012 y el
sector financiero, cada vez más concentrado y rentable, creció un 5,5%. El
desempleo dejó de caer y sigue por encima del 10% de la fuerza de trabajo.
Por
el lado de la demanda, el consumo creció 4,4% en 2012, mostrando su
enfriamiento. La inversión, sin embargo, pasó de crecer 18,7% en 2011 a 6% en
2012, o sea, cayó dos tercios. La inversión es el factor clave en el
crecimiento y vuelve a reflejar el debilitamiento de la demanda efectiva y el
menor grado de ocupación de la planta existente. Revertir esta tendencia no
será fácil pues, desafortunadamente, la economía no sigue los buenos deseos de
sus ministros de Hacienda.
Cuando, Doña Carmela lea esta reflexión, por intermedio de su sobrina Matilde (quién sí maneja el internet) concluirá que
nuestro esfuerzo de explicación fue en vano. Ya que ni de una u otra orilla de
pensamiento, pudimos explicarle que sí crece la economía del país, por que
aumentan los problemas sociales de su población y su condición de vida sigue
con las mismas penurias de hace 30 años, cuando montó su restaurante. Por lo
menos nos vamos con el consuelo de que existen algunos ilustres doctores
estudiados, que comparten su desconfianza en las cifras.
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