En
recientes editoriales de diarios del país, se han destinado hojas y tinta, a
plantear el problema de la calidad en la educación. Son muchos los factores que
desde distintos ángulos se han planteado, por ejemplo, ayer el diario El Tiempo,
publicó un artículo que muestra la baja capacidad de comprensión de lectura de
los niños y jóvenes Colombianos, y a esto si se le suma la baja frecuencia de
lectura, el escenario se complejiza.
No
es de negar que muchos gobiernos se jactan y muestran como gran resultado el
aumento de la cobertura, es decir más cupos escolares, pero muy pocos se
preocupan por jactarse de trabajar, de manera seria y concienzuda, en la
calidad de la educación que se imparte. Tal vez, la apuesta que se hace en la
gobernación de Antioquia, parece caminar sobre los preceptos de acciones públicas
modernas en materia de educación, donde no es suficiente el volumen, si no la
calidad de educación, y a ello le agrega la pertinencia en formación del capital
humano, en relación a las demandas y potencialidades del territorio.
Académicos
como Helmsing, han planteado la necesidad de formular políticas públicas de
tercera generación, en donde la creación de valor público, debe abordar la
calidad y la pertinencia del servicio o producto que se entrega. Esto es en
palabras más, palabras menos; que se deben formular políticas públicas con
acento, es decir, focalizadas en territorios o zonas que requieren de un mayor
accionar, para generar equidad y cierre de brechas
Si
combinamos el tema de política pública y los problemas del sector educación,
llegaremos a la misma conclusión, se necesitan mejorar las políticas educativas
del país. Sin embargo, queremos compartir algunos elementos que hemos recogido
de un interesante estudio que se realizó por estudiantes de Harvard y Stanfod,
quienes midieron los resultados de calidad académica en estudiantes de escuelas
públicas de más de 15 países en el mundo, incluido Estados Unidos. (The Hidden Supply of High-Achieving, Low Income Students. Caroline M. Hoxby, Christopher Avery)
Para
nosotros, el principal mensaje de este estudio, es que los estudiantes de
escuelas públicas que obtienen mayores resultados, no corresponde a cualquier colegio o universidad. Estos centro
educativos tiene la particularidad de estar en pequeñas poblaciones y o tienen
una masa crítica de estudiante. Son colegios o escuelas donde el número de
estudiantes no superan 15 alumnos por aula y por facilidades computacionales. Frente
al tema de universidades el resultado es similar. En Colombia, principalmente e
nuestras regiones están de moda, los Megacolegios, donde la población educativa
es grande y con percapitas de 35 estudiante por aulas.
Este
estudio muestra algo que en los corrillos y pasillos del gremio educativo, se
sabe. El anterior rector de la Universidad Nacional (Moises Wasserman), tuvo
esta visión e impulso a la descentralización de la Nacional, a las regiones de Colombia,
para aumentar cobertura, pero invirtiéndoles a llevar el mismo esquema de
calidad de dicha alma matter. Propuesta que no es descabellada, si se mira el
acceso y la calidad de la educación superior en la regiones de Colombia y la
calidad.
La
discusión en Colombia es como resolver el tema, calidad vs disponibilidad de
recursos financieros. Finalmente se requieren políticas que sean eficaces en depender
menos de la concentración geográfica de los alumnos de alto rendimiento. Es decir
debemos transitar hacia políticas con acentos en las regiones para que podamos
cerrar brechas.
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