En la
columna del viernes presentamos la gramática formal que muestra
el diseño del PIPE. Hoy nuestra reflexión, intenta mostrar como un ciudadano percibe y desnuda la gramática de plan como tal, acorde sus intereses y percepciones. Esto es lo que Goddin denomina la gramática fáctica de un diseño institucional
En primer
término, lo que deja ver el PIPE, es que el esfuerzo para el choque, lo colocan
los ciudadanos, a través de contar con una mayor oferta de créditos, con tasas
subsidiadas. En términos sencillos, podría parecer que se busca mantener el
rumbo de la economía, endéudanos más “creciendo al debe”. Tamalizando la cosa,
compartimos el ejercicio de razonamiento que hace Javier Hinestroza un obrero
de la construcción. “Uno está desempleado y consigue empleo con PIPE, en una constructora
pegando ladrillos, ganándose un poco más del mínimo (cuando la cosa esta buena
se hace en promedio 700.00); la constructora construye vivienda durante dos
años, tiempo en que uno tiene ingresos y consume, dentro de lo que se llama
consumo accedo a un crédito de vivienda.
¿Termina la bonanza constructiva y que hace uno
sì escasea la construcción?, vuelve uno hacer desempleado pero distinto, porque
uno se convierte en desempleado con deuda. Sentenció
Javier
El
supuesto del PIPE tiene un alto riesgo, por eso los colombianos pensarán muy
bien sí durante ese periodo adquieren deuda, ¿si no se consumen los créditos al
ritmo que aspira el PIPE, que pasa?
En
segundo término, el sector industrial se ve favorecido no sólo con una mejor
tasa de cambio, sino también con la eliminación de aranceles para los bienes
importados no producidos en el país y la reducción de los costos a la nómina
(afirma Juan Jose Perffetti, empresario paisa, quien dio a conocer su opinión).
Igualmente, a Bancoldex se le entregarán recursos para apoyar el otorgamiento
de crédito a las pequeñas y medianas industrias por valor de 800.000 millones
de pesos e INNpulsa Colombia contará con 40.000 millones para promover la
innovación. De esta forma, la industria es otro sector que sale altamente
favorecido con el PIPE. Pero esta regla por ningún lado garantiza aumento en la
generación de empleo y su calidad.
En tercer
término, la medida sobre el empleo en el tema de construcción, es discutible por
su efecto de corto plazo. El cortoplacismo eso es lo que molesta del PIPE a
algunos especialistas (por ejemplo leer posición de Fedesarrollo). Pero a favor
del gobierno hay que decir que su diseño es claro “corto plazo”. Ahora que pasa
en el largo plazo eso lo sabrán los Mauricio Cárdenas, los Fedesarrollo,
quienes conocen del tema. O quedara para el próximo gobierno del presidente
Santos
De esta
manera algunos llaman la atención sobre la necesidad de explorar el nexo
positivo entre urbanización (y) y PIB per cápita (x) puede ser expresado como
una relación lineal (x es una función lineal de y) cuando el PIB per cápita es
medido en una escala logarítmica. La
curva de urbanización asciende muy rápidamente al principio del proceso de
desarrollo para aplanarse. Se alcanzan altos niveles de urbanización a niveles
relativamente bajos de ingresos. En otras palabras, las ganancias «puras» de la
urbanización (por ejemplo, la aglomeración geográfica de gente y actividad) se
agotan rápidamente. Más allá de un cierto punto, el vínculo entre una
urbanización en crecimiento (y quizás también el tamaño de la ciudad) y el PIB
per cápita se vuelve más tenue.
A esa
relación hay que agregarle dos elementos, el primero se refiere a la pérdida de
poder adquisitivo por parte de las familias (véase revista dinero, e índice de
confianza del consumidor de Fedesarrollo). El segundo es que existe un leve
aumento en la carta de morosidad en del sistema bancario. El tercero hace
referencia, a los altos valores de la vivienda en muchas zonas del país, lo que
ha generado frenos en el sector. Entonces ¿Cómo lograr que los colombianos se
endeuden en créditos de vivienda, si hay una pérdida de poder adquisitivo y un
alto proceso de especulación en los valores de las viviendas?.
En cuarto
término, para el sector agropecuario, aunque la mayor devaluación del peso
beneficia a las actividades transables y las medidas de reducción de los costos
a la nómina favorecen aquellas actividades agropecuarias formales que, en su
gran mayoría, coinciden con las transables, en la distribución de recursos es
el que menos recibe. Además, algunas de las actividades que se van a financiar
con los 500.000 millones de pesos no tienen un impacto directo e inmediato en
el sector (opinión planteada por la SAC). Este es el caso del Censo
Agropecuario, cuya realización, entre otras cosas, ya se había anunciado para
este año. La construcción de nuevas viviendas rurales, más que favorecer el
crecimiento del sector, tiene impacto en el empleo y el bienestar de los
habitantes rurales. Entre otros casos, se utilizan instrumentos aplicados de
tiempo atrás.
En este
sentido nuestra reflexión es que, aunque el Plan adopta algunas medidas que
impulsan la productividad, está lejos de favorecer la implementación de
políticas con las cuales se asegure la capacidad competitiva del aparato
productivo.
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