La nota de reflexión de hoy,
hace eco al editorial publicado por el diario el Heraldo de Barranquilla, en el
cual se presenta una visión sobre la lentitud en las ejecuciones del estado. Quisimos
presentar este artículo, dado que desde el día lunes CEI, viene reflexionando
acerca de la gerencia pública y sus distintos males.
……“La
lentitud de las ejecuciones y de las tramitaciones que se siguen en algunas
empresas del Estado es considerado como un hecho proverbial en la mayoría de
los países del planeta que se siguen en algunas empresas del Estado es
considerado como un hecho proverbial en la mayoría de los países del planeta.
Es
así como en un gran número de proyectos lo que se planea para realizarse en un
tiempo determinado se prolonga en demasía, esgrimiéndose sobradas causas y
justificaciones para la dilatada alteración del cronograma inicialmente
diseñado. Por inexplicables razones cualquier asunto manejado pierde el
vigoroso impulso inicial cayendo en la lentitud paquidérmica característica de
estos procesos.
Entre
las causas de tal lentitud se mencionan la tramitología, la burocracia, la
corrupción o la desorganización administrativa. Pero lo que se observa es que
por más que se traten de implementar métodos modernos para agilizar el
funcionamiento, se crean estatutos antitrámites, se hacen reingenierías y
simplificaciones de procesos, u otras sofisticadas innovaciones tecnológicas. Sin
embargo el propósito no se logra, pues chocan con la forma como a fuego lento
se cocinan los asuntos trascendentales en nuestro país suscitándose las quejas
y reclamos de millares de usuarios.
Ejemplos
de lentitud hay por decenas a nivel nacional: según un informe del Banco
Mundial la justicia del país en la sexta más lenta del mundo y la tercera en
América Latina. Igual sucede en la mayoría de las investigaciones que se
adelantan por los organismos de control. Así mismo la lentitud en los procesos
de Justicia y Paz en donde en 7 años de vigencia apenas se han dictado 15
sentencias, la pausada marcha del proceso de restitución de tierras, la
acompasada aplicabilidad del nuevo sistema de las Regalías, la revisión de
proyectos importantes que avanzan a paso de tortuga en el Congreso. Adelantar
trámites de salud en una EPS o para la pensión son verdaderas odiseas.
Es
de reconocer que en su mayoría las intenciones de los gobernantes y
funcionarios públicos son loables, pero ocurre en la práctica que una gran
parte de los procesos, salvo honrosas excepciones, se producen en cámara lenta
y a un ritmo demasiado calmo. Sucede en cantidad de ocasiones que los planes y
proyectos así como los recursos están, pero la gestión y los trámites
administrativos hacen que no se ejecuten con requerida prontitud.
Es
necesario recordarles a los funcionarios oficiales que tienen que ver con todas
estas laxas situaciones, que para el éxito de su gestión no basta con ir en la
dirección correcta sino también llevar una adecuada velocidad. Las
instituciones públicas tienen que darle una mayor celeridad a los procesos,
trámites y obras que gestionan para la comunidad y así evitar las asonadas,
protestas, demandas y marchas que muestran la inconformidad existente en la
satisfacción de sus necesidades”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario