jueves, 2 de mayo de 2013

GOBERNABILIDAD, no es solo financiación, coalición y votos; ¿en qué otros elementos se debe pensar?


Hace un par de semanas planteamos una reflexión sobre los retos de un gobernante al frente de los destinos de un territorio. Pero hoy queremos compartir, una reflexión sobre aspectos de la ingeniería organizacional e institucional (concepto desarrollado por Giovanny Sartori), en la que debe pensar un mandatario antes de asumir el reto de gobernar. Para nosotros es claro que el ejercicio de gobernar, debe pensarse profundamente desde el momento en que se decide lanzar una candidatura. No es solo conseguir los recursos de financiación y conseguir los votos, que eso corresponde a la mecánica electoral, hay que pensar en la mecánica de gobernar.

La mecánica de gobernar va más allá de hacer un plan de desarrollo, de ejecutar un presupuesto, incluye temas como acercar al gobernado, como gerenciar recursos limitados para una demanda de necesidades crecientes. Esto indudablemente ha conducido a los gobernantes y gobernados, a un mar de aguas turbulentas, en las que se han creado atajos que conducen a la desconfianza y desvalorización de lo público. La pregunta entonces en que debe pensar un futuro mandatario o mandatario para configurar un gobierno dinámico e insertado en la modernidad, donde el flujo de información tiene más caminos de fluir, pero existen mayores oportunidad de sesgar.

En este escenario sería adecuado que un mandatario pensara seriamente en Organizar un gobierno con carácter de catalizador. Es decir un gobierno con un equipo capaz de navegar en vez de remar en individualidades. Los gobernantes deben ser catalizadores y emprendedores de acciones que combinen, cuando sea posible, los intereses público y privado. Veamos dos ejemplos (a nuestro juicio): administración Mockus y Peñalosa, el primero con un acento de equipo, coherente con la filosofía del mandatario cultura ciudadana. El segundo más proclive al desarrollo urbanístico integrador de la economía. Los dos a su estilo permitieron la recuperación de una gestión administrativa honesta, que replanteó la credibilidad pública en el gobierno.

Un segundo elemento, es pasar de la demagogia de la participación y la visión social, a la ccion verdadera de los espacios participativos. Por lo tanto el mandatario debe comprender que se Necesita un gobierno comprometido con la comunidad, que fortalezca su presencia, capacidad de decisión y realice acciones eficaces. Por ejemplo: La labor emprendida por el PNR (1986-1990) en varias regiones de Colombia. A través de su gestión, se impulsaron amplios sectores de la comunidad, que pudieron intervenir y autogestionar proyectos que beneficiaron sectores tradicionalmente olvidados.

Como tercer elemento, el mandatario debe entender que sí quiere ejecutar más allá de lo que permiten los recursos del SGP, debe interiorizarse que debe constituirse en un gobierno competitivo. Que por un lado valore sus reales posibilidades de financiación y capacidad de gestión para la consecución de recursos; y por el otro lado que acepte que existe un mercado donde se permita la competencia en la prestación de los servicios públicos. Por ejemplo: La posibilidad que se dio para que coexistan los Fondos de Cesantías y el Fondo Nacional del Ahorro. También la coexistencia del aseo público y privado. En relación con el Fondo Nacional del Ahorro, es notable el cambio en la organización de sus oficinas y la agilización y sistematización de los trámites respectivos. En cuanto al aseo privado, en el caso de Bogotá, fue importante el cambio en la prestación del servicio. Obsérvese que en nuestros días se están haciendo reestructuraciones significantes al respecto.

Como cuarto elemento esta un viejo conocido de nuestro blog. Este se refiere a la necesidad de entender e interpretar la organización pública que va manejar. Con esta idea entenderá que la organización difícilmente se alineará, por lo tanto, seria  básico implementar mucha micro gerencia.

El quinto elemento es el tan cacareado, gobierno de resultados, en el que las instituciones que demuestran eficiencia y manejo eficaz de los recursos públicos, sean fortalecidas. Hay que dar importancia a la generación y al ahorro de recursos, no simplemente gastarlos, o más aún, invertirlos inútilmente. Para ello son vitales 5 cosas: 1 saber desde la campaña lo que se quiere y como lo logra. 2. Un plan de desarrollo consistente y coherente. 3. Un arreglo organizacional con micro gerencia. 4. Un sistema de seguimiento orientado a la toma de decisiones, basado en la medición constante y permanente. 5. Agendación, disertación decisión y resolución de situaciones problemáticas, para luego tener canales de comunicación efectivos con el gobernado.

El sexto elemento es el más difuso de todos y se refiere a un eslogan de campaña: Cristalizar el gobierno al servicio de los usuarios. Los gobiernos democráticos deben justificar su existencia colocándose al servicio de los ciudadanos. El gobierno está para atender las necesidades de la ciudadanía y no de los cazadores de renta y negociantes clientelistas que han hecho perder la respetabilidad de la burocracia. Hay que evitar la tramitomanía a que frecuentemente es sometido el ciudadano cuando va a solicitar un servicio público.
Sobre cada uno de estos elementos se está trabajando en el proyecto inngobernado, y que más adelante daremos a conocer.

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